sábado, 8 de enero de 2011

Paco de Lucía


Con Paco en Bologna, Italia, trabajando en la producción se su gira. 2007.


Corría el año 1997. Yo trabajaba de camarero en un tablao español en Frankfurt, Alemania. Cada mes llegaba un cuadro flamenco de Jerez a tocar en el tablao y yo empezaba a sentirme realmente atraído por la guitarra flamenca.

Apenas me sonaba el nombre de Paco de Lucía. Durante mi vida en Galicia nunca se me había ocurrido escuchar flamenco. Y un día mis compañeros de trabajo, sabiendo que yo tocaba la guitarra, me dicen que hay un concierto de Paco en Mainz, una localidad cercana. 

Al principio me resistí. No estaba muy convencido de querer ir. Pero finalmente cedí a la presión y hoy en día no puedo estar más agradecido.

Teníamos entradas en fila 6. El recinto era una especie de nave industrial reconvertida a auditorio. Hacía frío. Me sentía incluso fuera de lugar. Y de repente, se obró el milagro.

Paco de Lucía salía al escenario en medio de la locura de los asistentes, una locura que yo todavía no comprendía. Se sentó en el centro, ajustó su micrófono a la distancia adecuada y ultimó la afinación para comenzar. Era un afinación que yo no conocía. Supe después que era la afinación para la Rondeña.

Comenzó a tocar, muy despacio. Jamás pensé que un sonido así pudiese salir de una guitarra española. Era casi corpóreo. La limpieza era increíble y la sensibilidad transmitida todavía mayor. El tema era la rondeña "Mi niño Curro".

Paco estaba solo en el escenario, con su guitarra, pero conforme pasaban los segundos yo iba convirtiéndome en la persona más sola del auditorio. Aquellas notas salidas de un alma estaban llevándome a la más absoluta abstracción, hasta que poco a poco me llevaron irremediablemente al llanto de emoción. Los pelos de punta.

Después de aquel tema todo prosiguió "in crescendo". Se fueron incorporando sus músicos, el histórico septeto con su hermano Ramón, Duquende, Jorge Pardo, Carles Benavent, Rubém Dantas, Joaquín Grilo y Juan Manuel Cañizares.

Mi más absoluta incredulidad crecía imparable. Estaba en el concierto que cambiaría mi forma de ver y de sentir la música.

Para alguien que aspira a tocar la guitarra no tiene precio ver a Paco y a Cañizares interpretando el Zyriab, contestándose el uno al otro con un virtuosismo, velocidad y sensibilidad nunca antes vistos.

Trece años después he visto a Paco en directo ocho veces, con diferentes formaciones, y ninguna de ellas a dejado de sorprenderme con algo, y ninguna de ellas he sido capaz de evitar el llanto durante la rondeña del comienzo. La escucho en el disco y no ocurre nada. La escucho en directo y me parte el alma.

En el descanso de aquel concierto encontramos a un representante de Conde Hermanos, la empresa de luthiers que había hecho la guitarra que estrenaba Paco aquella noche. Una de las personas que iba conmigo lo conocía de la feria de la música de Frankfurt.
Después de unas palabras con él nos propuso esperarnos después del concierto para conocer a Paco.

Y así fue. Nos lo presentó. Pero mi voz no estaba presente. Fui incapaz de articular palabra delante del maestro, del que pudimos apreciar que era un tipo fantástico también fuera del escenario. Llegado el momento nos hicimos la foto todos con Paco. Lamentablemente, la antigua cámara que llevábamos estaba al final del carrete, aquella era la ultima foto. Nada más disparar el carrete se rebobinó y aquella foto nunca salió.

Muchos años y varios conciertos después, en el 2007 se me contrató para trabajar en la producción italiana de la gira de Paco de Lucía. Primera fecha en Bologna. Pude pasar por fin un día cerca de Paco, entrar en su camerino y charlar detenidamente con él. Aguanté su cachodeíto con el hecho de estar con un gallego que tocaba flamenco. Y descubrí a un tipo increíble, que a pesar de estar en el más alto estatus de la música sigue estando comprometido con su arte, lejos de importarle un comino y dedicarse solo a tocar para coger billetes.
Durante el descanso del concierto yo lo esperaba en la puerta de camerinos. Cuando llegó, después de la primera parte, me preguntaba amargamente qué le pasaba al publico. Estaba preocupado por la fría reacción del mismo, en su mayoría políticos invitados al primer concierto de la gira que no sabían nada de nada, no tenían ni idea de lo que estaban viendo. Y Paco me decía "Es que yo así no puedo tocar bien", lo que provocaba mis carcajadas internas, porque, naturalmente, para mi Paco estaba haciendo algo inhumano con los dedos y mis pelos estaban como escarpias.
Él ignoraba que fuera del recinto, que era como un viejo claustro, había instaladas pantallas gigantes con miles de personas que sí sabían valorar aquello y que estaban volviéndose locos, como pudimos comprobar cuando salimos del recinto camino al restaurante para cenar.

Impresionaba también ver el magnánimo respeto de todo su grupo hacia el maestro. Cómo le hablaban, cómo le preguntaban cosas acerca de la época con Camarón. 
Mientras Paco le contaba a Chonchi Heredia algunos aspectos de la personalidad de Camarón, él estaba calentando los dedos justo antes de salir a escena, allí sentado a menos de un metro de mi y de mi mandíbula inferior, que viendo calentar a Paco llegó hasta el suelo varias veces, debido a la expresión de incredulidad.

Aquel día le conté a Paco lo que había pasado con aquella foto en el 97, se levantó de su silla en el camerino y dijo "Pues eso hay que solucionarlo ya". Salió del camerino, agarró al primero que vio con una cámara y le "ordenó" hacernos la foto que podéis ver arriba.

Hablé de muchas cosas con Paco aquella tarde, observé su comportamiento y aprendí que es lo que le hace más grande todavía, pero de todas esas cosas me quedo con algo que me dijo que me hizo reír a carcajadas. Estábamos en su camerino y entró su manager en Europa, Michael Stein, con el que yo había trabajado en otros proyectos años atrás en Alemania. Nos miraba incrédulo a los dos hablando en alemán. Y cuando Michael salió me miró y dijo:

- A ver... osea que tú eres gallego... pero vives en Jerez... tocas la guitarra flamenca... y por lo visto hablas alemán perfecto... y vienes a Italia a trabajar en mi producción...

Hizo una pausa... le pegó un bocado a un croissant del catering.... y sentenció:

- Y yo que creía que lo había visto todo...

No sé si en algún momento de mi vida he disfrutado más y sido más feliz que aquel día.

Paco es el artista más grande que conozco. No he visto a nadie superior técnicamente ni creativamente.
Sus composiciones trascienden el flamenco y han revolucionado la forma de entender el instrumento.
Nos ha hecho conocer sentimientos desconocidos hasta ahora.
Su música nos ha hecho entender a muchos muchas cosas. Su alma nos ha invadido y en muchos casos, una sola nota de Paco ha roto la nuestra.
Paco es la genialidad en toda la extensión de la palabra.

A mi me cambió la vida y mi forma de sentir la música en general. Aquel día de noviembre del 97 decidí que me iba a dedicar a esto.

Por todo ello y muchas otras cosas que no soy capaz de expresar con palabras, gracias Paco y gracias Maestro.

He dicho.


PD: No se te vaya a pasar por la imaginación retirarte, que te queda mucha guerra que dar todavía.






1 comentario:

tor dijo...

te comprendo perfectamente, yo me he iniciado en el flamenco en Francia, si bien ya me gustaba antes. pero yo tocaba un poco de blues, hasta que un gitano mayor me enseñó a tocar una soleá con 18 años, en la pensión en la que vivía en aquella época en Barna. La música me encantaba, pero no me puse a tocar flamenco hasta mucho después, cuando me fui a Francia. Quizás la nostalgia de mi España y eso que soy de Barcelona, no se, me puse a escuchar cada vez mas flamenco, hasta que conocí a unos gitanos franceses que se han comportao conmigo de maravilla y que son fenomenales. Me invitaron a algunas fiestas que hacen. Ahora estoy todo el día escuchando Camarón, Paco de Lucia, canelita, el Chalo,en fin ...intento tocar flamenco pero soy un negao, jaja, la mano derecha no la pillo, pues de pequeño yo era zurdo y me cambiaron por fuerza, y estoy negao para el ritmo...jeje...no obstante me lo paso en grande intentando tocar algo....hace poco he descubierto la afinación en rondeña...empiezo a comprender porqué no conseguía encontrar los acordes de algunas canciones....bueno, me ha encantado tu texto, fenomenal.... un saludo cordial